Dormir bien es uno de los mayores placeres de la vida, y es tan importante como lo es comer saludable y hacer ejercicio. Sin embargo, por muy reconfortante y bien que haga en tu salud, por la vida tan ocupada con obligaciones familiares, de trabajo, horas dedicadas al deporte, tareas domésticas, y otras metas personales que debes cumplir, muchas veces sueles sacrificar horas de sueño para desempeñar todas estas obligaciones a diario.
Conforme pasan los años se vuelve hábito acortar las horas de sueño y solamente se hace de 5 a 6 horas diarias, pensando que esto esta bien, sin embargo no es suficiente para recuperar la energía necesaria para desempeñar las actividades diarias.
Si este es tu caso, piensa que tu salud sufre tanto a nivel emocional como a nivel físico.
A nivel emocional porque amaneces irritado, de mal humor y sensación de cansancio, y, a nivel físico porque aumentas de peso con el tiempo, llegando a un sobrepeso u obesidad sin darte cuenta, y esto te causa enfermedades como hipertensión, diabetes, problemas gástricos e hipercolesterolemia, entre otras.
La relación entre dormir pocas horas y el sobrepeso se debe al desbalance que sufren las hormonas leptina y ghrelina. La leptina es la hormona liberada por las células de grasa, ayudando a la sensación de plenitud tras una comida. Cuando tu no comes bien, los niveles de leptina bajan, enviando señales al cerebro que ya es hora de comer, entonces la ghrelina es producida en el estómago causando sensación de hambre.
Cuando no duermes bien, los niveles de leptina bajan, y los niveles de ghrelina suben, entonces aunque hayas comido suficiente y no exista déficit de calorías, tus hormonas están gritando que mueren de hambre, a pesar de la abundancia que tienen. El cuerpo reacciona de esta manera porque ve la privación del sueño como un factor de estrés importante y de esta forma trata de adaptarse.
El cansancio por falta de sueño tiende a dar antojos sobre los carbohidratos refinados, como anhelar dulces, galletas, papas fritas, bebidas azucaradas, y otros. Los carbohidratos refinados se absorben rápidamente en sangre, sobre todo si tienen azúcar dan saciedad y energía inmediata, evitando que sientas cansancio a pesar de las pocas horas de sueño, volviéndolo ciclo: Mientras menos duermas, más antojo de carbohidrato simple tendrás.
Esto no ayuda ni a la cintura, ni a controlar los niveles de glucosa (azúcar) en sangre.
Los adultos al menos deben dormir entre 7 y 8 horas cada noche. Esto debe ser suficiente para ayudar a mantener tus hormonas en equilibrio, y mantener altos niveles de energía.
Ahora ya sabes, para no engordar: DUERME BIEN, junto con una buena alimentación y ejercicio, lograrás mantener una vida saludable.
¡NO OBVIES EL SUEÑO!
¡APRENDE A DORMIR TUS HORAS Y BIEN!
Doris López Monterroso, Magister en Entrenamiento y Nutrición Deportiva, Universidad Europea de Madrid, Escuela del Real Madrid. Nutricionista, Universidad Francisco Marroquín. Trastornos Alimenticios y Obesidad Universidad de Greenwich, Londrés. D´Nutrition clínica en Design Center Zona 10 Tel. 22618885.
