
El primer trimestre del 2022 llegó a su final y con él se llevó la percepción de todos los años de que “apenas estamos comenzando el año”, pareciera que los días van más de prisa, marzo trajo para nosotros la aprobación del diseño y planos del evento Ferretexpo 2022, con lo que dimos inicio al proceso de ventas con muchas ganas y con una gran respuesta de parte de los expositores. La segunda semana de marzo se concretaron las primeras participaciones y desde entonces se han sumado muchas empresas ansiosas de ser parte de la Feria Nacional de la Ferretería, que se llevará a cabo del 10 al 13 de noviembre, con mucha fuerza y entusiasmo. Esperamos que en los próximos meses se contraten las áreas disponibles para asegurar una participación que ofrezca al comprador visitante, como en años anteriores, toda la gama de productos del ramo ferretero.
Ferretexpo contará este año con un número de expositores similar al de los años anteriores a la pandemia, se respetarán los protocolos de salud que estén vigentes a la fecha del evento y mantendremos una supervisión constante y cercana para que todo funcione sin poner en riesgo a ninguno de los participantes, ya sean estos expositores o compradores visitantes. En las semanas que llevamos hablando con expositores y compradores promocionando el evento, hemos podido notar muchas ganas de participar, nos da la impresión y creemos estar en lo correcto, de que los dos años de pandemia han dejado una enorme expectativa en el mercado que nos da pauta a esperar una feria muy concurrida y exitosa. Invitamos a fabricantes y distribuidores a unirse a Ferretexpo 2022, con la participación de todos será un evento como en años pasados, el mejor y más grande del área Centroamérica y el caribe.
La situación mundial, por otro lado, se muestra bastante complicada, desde fines de febrero hemos sido testigos de la invasión de Ucrania por el ejército Ruso y contrario a lo que se podía esperar, el agresor no ha podido vencer a las tropas Ucranianas que han jurado defender su patria hasta las últimas consecuencias. Esta vez la guerra se está desarrollando a escasos kilómetros de la Unión Europea, por lo que todos los días vemos por los noticieros internacionales las escenas de destrucción y el injusto destino al que se está sometiendo al pueblo Ucraniano, no respetando civiles, mujeres, niños, hospitales, etc. Podríamos pensar que la guerra afecta o poco o nada a nuestros países, pero eso es un error porque la guerra ha traído escasez y por ende subidas dramáticas en productos como el trigo y el petróleo. Además, se ven afectados los productos de exportación como la carne, el azúcar, el banano y algunas verduras como arveja y ejotes, que se exportaban exitosamente desde varios países a Rusia y Ucrania. Se está provocando en América Latina indirectamente, una inflación que no beneficia a nadie. Guatemala específicamente compra a estos países fertilizantes y acero, rubros que ya están experimentando subidas de precio.
Con respecto a los altos precios de las gasolinas, el diesel y el gas propano, aunque son provocados por factores externos, léase la guerra en Ucrania, de cualquier forma vienen a impactar la economía nacional provocando inflación. Las medidas paliativas para esta situación se han ido tomando lentamente y en muchos casos mal enfocadas. En Estados Unidos, por ejemplo, en los últimos años se pasó de país exportador de hidrocarburos a importador de los mismos y desde hace semanas se debió haber liberado la producción de petróleo y la liberación de parte de la reserva estratégica de petróleo para detener las alzas del petróleo importado, la liberación de la reserva recién se decretó esta misma semana y aún no se ha decidido producir por lo menos lo que consume el país para bajar la demanda a los países de la OPEP que se benefician de los altos precios del barril de petróleo. En Guatemala pagamos un impuesto a la distribución de los combustibles que se podría limitar o anular temporalmente para que el precio del las gasolinas y el diesel puedan bajar a niveles más razonables y favorecer con esto a los usuarios de los mismos, transporte de carga, de pasajeros etc.
A pesar de la situación mundial, la economía en Guatemala se prevé, según los expertos, que crezca entre el 3.5% y el 5.5%, los productos agrícolas están vendiéndose un nivel de precios mejor que otros años, lo que beneficia entre muchos otros a los comerciantes de insumos agrícolas, herramientas etc. Otro aspecto positivo es la reducción que se experimentó el año pasado en el déficit fiscal, la recaudación ha sido considerablemente mejor. La construcción, se espera, siga creciendo a un ritmo mayor al 4% solamente amenazada por el alza de algunos productos como el acero al que ya nos referimos. En resumen, podemos decir que el 2022 se espera sea un año favorable para el sector ferretero. Habrá que estar muy pendientes de los precios, el suplido de productos y en general de los servicios que el cliente de las ferreterías ya da por descontados. Adelante ferreteros, todavía nos falta recorrer el 75% del año, podemos hacer de él un mejor año.