GUATEMALA, UN PAÍS INCREÍBLE

 

Guatemala es un país de características increíbles.   Llevamos 3 años de inestabilidad política.   Se trató de iniciar una época de cambio,  pero salvo algunos meses de la presidencia de Maldonado Aguirre y los primeros meses de Jimmy Morales,   todo el tiempo ha sido un tiempo convulso.   Siempre tenemos sorpresas en cuanto a los acontecimientos y como estos se van desatando uno a uno,   todos de una forma poco previsible,   como siendo parte de una película o serie de televisión que no sabemos cómo va a terminar.    Tratemos de analizar algunos acontecimientos.

 

Desgaste del gobierno:   

Pareciera que Jimmy Morales quiere terminar el período de su presidencia estipulado en la Constitución,  pero hace todo lo posible para no lograrlo.  Nombra a un personaje en el Ministerio de Ambiente que lo único que ha hecho es ser noticia del lado negativo,  porque solo llegó con el ánimo de robar y tener protagonismo.   Los viajes en helicóptero para su uso personal, pagados con fondos del estado;  las contrataciones de sus exparejas;   alquilar una casa a la policía (tenía prohibición por ser funcionario público y eso desde hace más de 2 años),   todo lo ha hecho para beneficiarse,  pero al existir tanta fiscalización,   nos hemos dado cuenta.    Con menos que eso en cualquier país civilizado un presidente ya lo hubiera despedido.  Pero es su amigo y nuestro presidente está dispuesto a que todo un país se le voltee,  pero él quiere estar bien con su círculo más cercano.   

Igual pasó con la rebaja que hizo de la multa de una empresa que había evadido impuestos,   por el uso de facturas falsas.   No fue un tema de atraso en el pago.   Fue un tema que para evitar pagar ISR y pagar IVA,  incluyeron en su contabilidad facturas falsas y por lo tanto la SAT les estaba cobrando los impuestos y el 100% de multas,  que fue lo que hizo la SAT con todos los contribuyentes donde encontraron la figura de las facturas falsas.  Pero como el propietario era amigo del presidente,  entonces le concedieron la rebaja presidencial de las multas,  con lo que solo tuvo que pagar un 5% de las mismas.    De nuevo,  no le importaron las consecuencias de su decisiones,   lo que importaba era quedar bien con su círculo cercano.

 

Política Internacional mal dirigida: 

Derivado de su formación cristiana neopentecostal,   tomó la decisión de trasladar la embajada en Israel a Jerusalem y además congraciarse con Estados Unidos.   Dos pájaros de un tiro,  en su lógica.   Pero si bien logro una reunión de 15 minutos con Donald Trump,  lo que en realidad quería era que Estados Unidos le quitará la ayuda a la Cicig,  que es una piedra en el zapato para él y para todos sus amigos,   cosa que no logró.   Más bien lo que logró es abrir un frente más,  por la forma en que realizó el viaje a la inaguración de la embajada,  ya que uso un avión de un millonario estadounidense y no ha tenido el valor de aceptarlo,  porque esto puede significar tráfico de influencia y ponerlo en una situación incómoda.      Porque si quería hacer bien las cosas,  debió realizar el viaje con una comitiva más pequeña, no con 42 personas y no tener,  como decimos en buen chapín,  “cola que le machuquen”.    La Canciller no quiso decir quien había pagado el viaje,  pero seguro lo tendrá que hacer y aceptar que fué un particular quien lo hizo.    Y ojo que no fue a firmar ningún tratado que mejore las condiciones para las exportaciones guatemaltecas,   cosa que si hizo el presidente de Panamá un día despues y sin la necesidad de trasladar embajadas y quedar mal con el resto del mundo.   Él fue con dignidad y llevó resultados a Panamá.

En igual situación se encuentra la petición de remoción del embajador de Suecia en Guatemala,   Ander Kompass,  que atiende desde Guatemala 8 países.   Esto también puede tener su origen en la pelea que tiene Jimmy Morales con la Cicig,  ya que Suecia es un fuerte aliado de la misión internacional.  La excusa es un discurso que el embajador dió al momento que entregó un donativo para la Cicig,  el que,  en su parte medular indica:  “ Los cambios institucionales deben ser de una naturaleza tan integral que no solo cambian la percepción de un individuo de cómo jugar las reglas del juego, en una sociedad corrupta sino también, y quizá principalmente, hay que crear la percepción de que otros en su situación también están dispuestos a cambiar su comportamiento”.   Y lo indicó en una manera general,  nunca dijo que Guatemala fuera una sociedad corrupta,  sino la forma en cómo con instituciones más fuertes,   las personas están menos dispuestas a ser corruptas.   ¿Y no dijo el presidente que la corrupción era normal en Guatemala? ¿No dijo Jafeth Cabrera que todos éramos corruptos?.    Al final esto es solo una excusa,  pero es una situación que hace que la Comunidad Económica Europea nos vea con recelo y lo único que entienden es que lo estamos haciendo para quitar apoyos a la Cicig.    De hecho,  el llamado Grupo de los 13,  que son los países europeos que más nos ayudan,  hasta emitieron un comunicado al respecto,  expresando su preocupación y su malestar con el tema.    Y esto aunado que la Canciller se ve como una persona prepotente al estilo de Baldetti,  solo crea más problemas.

A pesar de que la gran mayoría queremos un cambio,   el mismo se ve complicado,  porque también se tiene que ir Jafeth Cabrera,  porque si no seguimos en las mismas.   Vamos a probar de que lado esta la fiscal si presenta la petición de Antejuicio por el dinero que recibió el presidente de los empresarios.   Si ese antejuicio no se presenta,  la lucha estará más dura,  porque podríamos estar ante una fiscal que no luchará de frente contra la impunidad.     Y se confirmarían los rumores que está allí puesta por Freddy Cabrera,   el ex presidente del Colegio de Abogados,  que ha manejado en los últimos 10 años al menos las comisiones de postulación.  Pero eso todavía está en veremos.

No vislumbro en el corto plazo otro movimiento ciudadano de marchas,   ya el cansancio llegó a la Plaza y por lo tanto no es por allí la presión.   Como en Nicaragua,  que el gobierno no va a caer hasta que se terminen los apoyos de la iniciativa privada,   igual estamos en Guatemala.   El cambio está muy complicado.  Pero la presión ciudadana funciona.   El que el gobierno se vea fiscalizado muy de cerca hay que seguirlo logrando,  pero un cambio de timón y las reformas que necesita Guatemala  creo que se verán postergadas,  porque ni el congreso ni el presidente,  tienen la menor intención de realizarlas.    Yo estoy convencido (no de una forma feliz),  que los cambios se tendrán que dar en el próximo gobierno.  Y para eso falta año y medio.   Ya llevaremos casi 6 años perdidos en esta lucha,  que debiera de ser de todos,  porque al final las condiciones del país,  de no poderse desarrollar y tener una mejor democracia, es una responsabilidad de todos.

¡Hasta la próxima!

Revista El Ferretero
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