“CONSTRUIR EL MUNDO CON TUS MANOS”
La compañía Madal Bal está situada en un moderno complejo de bodegas ubicado en la avenida Petapa. Es dirigida por Purnahuti Wagner, su gerente general, un empresario joven que proyecta sensibilidad y también liderazgo.
Iniciamos con un recorrido por sus instalaciones. Sobresale la pulcritud y nitidez de sus ambientes, comenzando por una moderna bodega automatizada, con personal equipado, que nos explica el mecanismo para la ubicación de piezas del inventario y su posterior despacho.
Dentro de sus productos en exhibición, resaltan los zapatos para trabajo industrial y diversas herramientas, manuales e industriales. Sus actividades son la importación y distribución de herramientas y maquinaria. Sus marcas son: Parsons, maquinaria para empaque flexible. Extol, herramienta manual, eléctrica, soldadura y calidades para hobbie profesional e industrial. Kito, Ingco y Fortun, que son herramientas manuales y eléctricas. Heron, que es la marca más exitosa de generadores de energía eléctrica, para uso rudo y doméstico.
La empresa cuenta con gimnasio para uso de todo el personal.
Varios retratos de Sri Chinmoy cuelgan de las paredes, un personaje hindú ya fallecido, conocido en el mundo como un guía espiritual y visionario de la paz. La misión, visión y valores de la empresa mencionan las palabras: atención al ser humano, amor, alegría, desarrollo personal, entrega personal y unicidad. Todo, como mecanismos para lograr las metas empresariales y personales del grupo e irradiar positivismo a sus clientes.
¿Qué significa Madal Bal?
Es una corporación con presencia en más de 23 países a nivel mundial que nace en Suiza. Tenemos alrededor de 40 años de participar en diferentes países, pero nuestra base está en Europa.
Este nombre, ¿está en algún idioma?
Es un nombre comercial, tiene una conexión con la persona que inspira a muchos de los que trabajamos en Madal Bal, que se llama Sri Chinmoy. Era el apodo que él tenía de niño.
La misión, visión y valores, ¿están inspirados en la filosofía de esta persona?
Se puede decir que sí. Él falleció, dejó el físico hace casi 13 años. No tuvo cargos directamente, pero externamente era la persona que inspiró a muchos de nosotros que somos amigos a trabajar juntos, y así fue que fuimos desarrollando la misión y visión que pudo ver al entrar, que se basa en una forma integral, que es desarrollar a la persona para que pueda alcanzar la felicidad, ya sea que uno venda herramienta eléctrica, dulces, chocolates, helado, carros, lo que sea.
Uno trabaja para desarrollarse y alcanzar la felicidad. Esa es una de las estructuras y la columna vertebral de la empresa Madal Bal. Creamos un ambiente amable, bonito para el trabajo, en donde la persona se puede desarrollar.
¿Cómo lo logran dentro de las exigencias del mundo empresarial?
Las metas se alcanzan si uno hace bien el trabajo.
¿De qué manera se manifiesta la diferencia de esta filosofía en relación con otras empresas?
No creo que es una filosofía, es una cultura de trabajo, que no importa qué vida uno lleve. Si todos tenemos los ideales de hacer bien el trabajo, servir al cliente correctamente y darle un valor agregado, todo lo demás se va a dar. Ese es uno de los que podemos decir “secretos” que intentamos en Madal Bal. Es una empresa para darle un beneficio a nuestros clientes e intentamos crear una cultura de trabajo en donde lo importante es la persona como tal, más que los números.
Definitivamente la empresa debe tener una utilidad, pero si usted me preguntara si, para tener mayor utilidad voy a quemar a mi gente y a cambiarla con frecuencia, le diría que no vale esa utilidad, porque matamos el ideal de crear una empresa en donde nos sentimos parte de una familia, en la que estamos para desarrollarnos, porque al final, somos personas más que una realidad material que está buscando solo dinero. El dinero es necesario, porque no podemos obtener cosas por una sonrisa, pero se nos olvida que el trabajo es para realizarnos y poder tener los ingresos necesarios para cumplir con nuestras obligaciones en casa.
La mayoría de empresas que han tenido éxito hoy en día no lo han logrado porque brinden mejores salarios a los trabajadores. Hay gente que busca un salario alto y eso es todo lo que quieren, pero este no es el lugar para conseguirlo. Acá estamos para desarrollarnos y crear un equipo de trabajo, haciendo las cosas con disciplina, así avanza y se hace rentable el negocio. No siempre por lo que se vende, sino por la actitud y la forma en que se trata a los clientes y al mismo equipo.
¿Podemos decir que tienen un componente espiritual?
Sí, porque es más que religioso. Tenemos gente que practica todo tipo de religión y lo que queremos es que cada persona tenga una conexión más fuerte con la creencia que tiene, la practique y nos fortalezcamos.
¿Cómo logran insertar esta cultura?
Una cultura como la que tenemos no es solamente una creencia, sino algo que vivimos.
¿Cómo lo viven a diario?
Es una evolución que lleva años.
¿Tienen algún programa de enseñanza para que los nuevos puedan integrarse a esta forma de pensar, trabajar y vivir?
No. Primero, aseguramos que sus ideales sean muy afines a los nuestros. Segundo, para nosotros es importante que la gente lea nuestra misión y visión empresarial y hacia dónde vamos. Tercero, les hablamos acerca de dónde radica para nosotros la importancia del trabajo. Una de esas cosas, que dejamos clara, es que el puesto de cada uno no está fijo, y que cualquier persona que viene es para sumar a la empresa, porque estamos creciendo, no cambiando. Una de las cosas que más detesto es tener que despedir a alguien.
¿Ha tenido que despedir personal?
Creo que a todos nos ha tocado. Tenemos ocho años en total y cuatro de estar acá. Hemos tenido gente que ha podido generar ventas más allá de la meta, pero estaba rompiendo el ideal. En ese momento, se pierde lo que somos como empresa y, por dinero, no vamos a sacrificar el ideal de lo que somos.
¿Cuánto personal emplea?
El negocio tiene varios brazos, está la ferretería pero también la maquinaria para la industria. Diría que son unos 50. Vendemos todo lo que es empaque flexible para la industria alimenticia. Las máquinas son importadas.
Es una industria creciente en los últimos años.
Es interesante, es de mucho beneficio para el medio ambiente, el tener un empaque de bolsa en vez de una botella plástica, que consume mucho más plástico que una bolsa.
Hay diferentes tecnologías, por ejemplo una de las cosas que no se sabe es que, si el alimento no se empacara en una bolsa, duraría la mitad de tiempo. El desperdicio de comida en el mundo subiría alrededor de un 50% de lo que ya se desperdicia.
Interesante, puesto que hoy el plástico está mal visto.
Es la ignorancia. Porque el plástico no es el problema. El problema es la falta de reciclaje y la falta de conocimiento. Por ejemplo, toda la gente se queja de las botellas de PET. Se dice que son malas. Pero peor sería una de vidrio, pues su limpieza consume 10 litros de agua para reutilizarse. Si en Guatemala se tuvieran que limpiar todos los envases de vidrio, la población se quedaría sin agua.
Son conceptos que no están muy de moda en internet.
No, pero es un poco de lo que intentamos compartir. Definitivamente nuestros gobiernos tienen que hacer muchísimo más, como lo hacen en países europeos y en otros donde se recicla, se separa, se le da un segundo uso a todo. Lastimosamente, aquí todo va a parar al Lago de Amatitlán, ríos, etc. Hablamos que el plástico es malo, cuando dejamos ir el 90% de las aguas contaminadas a ese lago.
Usted habló de la cultura del trabajo. El impacto y crecimiento de su empresa, ¿puede atribuirse directamente a esa cultura?
Es interesante, de alguna manera sí, pero son muchas cosas. Puedo decir que el 90% ha sido eso, pero desde otro punto de vista, uno puede tener esa cultura, pero sin un buen producto tampoco se logra.
Los mercados piden diferentes calidades y especificaciones de productos. Una buena ideología, estructura y cultura laboral no funciona si no estamos adaptados a lo que el mercado requiere. Tenemos un buen mix, como digo, en donde tenemos un producto de alta calidad europeo, que puede competir muy bien contra los productos reconocidos en el mercado de EE.UU. o de Europa, pero tenemos costos mucho más accesibles y, además, tenemos esta cultura empresarial que nos diferencia de muchas formas de otras empresas.
¿Miden ese impacto de alguna forma?
No, aunque sí podemos ver que venimos teniendo un crecimiento sólido desde el primer año que empezamos, creo que es la mejor prueba de que estamos haciendo algo bien. ¡No sé si todo! (se ríe), pero está caminando.
¿Alguien distribuía antes estos productos?
Nadie, nosotros somos representantes de Madal Bal Europa en Guatemala y en Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras). Solo nosotros trabajamos todos estos productos para todo el continente.
Significa que se han ganado esa confianza.
Somos buenos amigos, y eso ayuda.
¿Usted es guatemalteco?
Nací en Guatemala. Mi papá es alemán y mi mamá es italiana.
¿Les ha afectado la situación política?
Yo creo que Guatemala es parecido a Italia, no importa qué desastre de gobierno tenemos, todo camina. Definitivamente, ayudaría más si tuviéramos mejores políticas económicas y hubiera más desarrollo rural y más desarrollo en las personas, para que tuvieran mayor poder adquisitivo y comprara más. Es una cadena.
Uno de los lemas nuestros es “construir el mundo con tus manos”. Toda la herramienta que vendemos es para construir literal y figurativamente la vida. Cuando uno construye una casa construye su vida, o al decorar un lugar, etc.
Como gerente general, ¿cómo sabe que la gente está empapada de esta cultura, independientemente de las ventas?
Si me voy un mes de la empresa porque salgo a visitar proveedores, regreso y todo está igual o mejor que cuando me fui, creo que la cultura está bien. Cuando uno es indispensable en un trabajo es que uno no está haciendo bien su trabajo. Puedo sentirme satisfecho cuando sé que no soy indispensable para que esta empresa siga creciendo.
¿Qué conductas dentro de esa cultura de servicio y trabajo no son aceptables desde esta visión tan especial?
Más que no ser aceptables, lo importante es hablar de lo que sí es aceptable, y recordar que somos seres humanos y que tenemos una esencia espiritual, sin importar qué religión tengamos. Cada uno de nosotros puede tener un momento, día o situación difícil en la vida y, como hermanos que somos, tenemos que ver cómo edificamos el que cada persona pueda crecer, salir, trascender y ser mejor. Pero si la gente no quiere cambiar, hay otros lugares en donde se puede trabajar.
Al contrario, alguien que tiene buenas intenciones y está trabajando intensamente es importante de observar, aprender de ella y ver de qué manera se le puede mantener en el equipo. Los resultados son indispensables, pero a veces no están en nuestras manos.
A veces, podemos esforzarnos, pero si Dios no quiere darnos una cosa, por más que hagamos, no la vamos a tener.
¿Qué ocurre si un mes no se llega a la meta?
A trabajar más duro el siguiente. Si lo que hemos hecho no es suficientemente bueno, tenemos que hacer algo mejor.
No sería momento para despedir a la gente. Ahora bien, si alguien se está “rascando la panza” y los otros están trabajando, eso no es justo. Si hay un momento donde no se puede mantener la estructura, hay que hacer cambios. Creo que el que Guatemala tenga hoy un crecimiento de un 3.7% de PIB, puede no ser excelente, pero hay muchas oportunidades que se pueden tomar. De acuerdo al Banco de Guatemala, hace una semana.
Es poco.
Es un crecimiento que tiene un país como Estados Unidos, que ya es un país maduro, pero economías emergentes que están en crecimiento deberían de estar entre un 6% y un 7% de crecimiento anual como mínimo.
A pesar de todo, flotamos.
Estamos flotando, pero hay países que están peor, si miramos a Venezuela, Argentina y aun Nicaragua. Tenemos suerte de tener cierta estructura económica en el país. Interesante que Guatemala es el más estable respecto a su tipo de cambio en toda Latinoamérica y, esa estabilidad, ha podido dar cierta estructura. No es perfecto, hay muchas cosas que mejorar y creo que la posibilidad de que la gente pueda crecer y desarrollarse es una de ellas.
¿Cómo es Purnahuti en su faceta personal?
Me gusta hacer negocios. Creo que debe de ser de beneficio para todas las partes. Más que empresario, soy alguien a quien le gusta servir a la gente. Tenemos una empresa que nos da la oportunidad de desarrollarnos, pero una de las cosas más importantes es que cada vez que uno de nuestros clientes recibe alguno de nuestros productos, tiene que recibirlo con una sonrisa, felicidad porque está recibiendo un producto que le va a mejorar su vida.
¿A qué se dedicaba antes de fundar esta empresa?
Tengo 20 años de estar vendiendo maquinaria para el empaque flexible. A través de los años, he tenido varios negocios que me han ido dando experiencia y conocimiento para estar hoy como gerente de Madal Bal. He hecho de todo, he pasado por siete negocios diferentes que han sido relacionados con impresión de papel, libros, vasos de papel. He querido evolucionar y dar algo que ayude a construir el mundo como tal.
¿Qué comentarios tiene de la Ferretexpo?
Es positivo, nos da la oportunidad de atender a los clientes que, durante el año, nos atienden a nosotros. Ahí, los atendemos nosotros a ellos. Intentamos tener un stand en el que ellos se sientan en casa.
Es para ver a nuestros amigos y clientes, a quienes no siempre vemos. Tener la oportunidad de sentarnos y tomarnos un café. Si hacemos bien las cosas, los negocios se van a dar.
¿Qué hace un fin de semana y cómo disfruta de la vida?
Es extremadamente variado, paso alrededor de tres meses del año fuera de Guatemala, no hay un día habitual de fin de semana para mí. Tengo muchos amigos, salimos y vamos al campo en Guatemala, compartimos de forma saludable caminatas en las montañas, paseos, etc.
¿Hace deporte?
Me fascina el futbol. Me gusta jugar y verlo. Jugué tenis en mi juventud -cuando era un poquito más joven-, practiqué artes marciales por 20 años, fui maestro y tuve una academia en Alemania. Viví allá por 6 meses. Fui campeón nacional y centroamericano de motos de agua, corrí el mundial en EE.UU. Dejé de correr en 1996.
Viajo pero todos los días trabajo, aunque no lo siento. Mi vida es hacer lo que hago. El término trabajo es algo que pesa, pero a mí me gusta lo que hago y me siento realizado. Desde los siete años vendía helados en vacaciones.
Siempre tiene que estar la bendición divina. Lo importante no es tener un gran negocio, aunque se tenga, sino ser feliz.
¿Qué cosas le disgustan de la vida?
La corrupción. Lastimosamente se deben leer noticias para estar informado, aunque más que noticias son depresiones. Quisiera ver más noticias positivas en los periódicos, pues también están pasando.
¿Tiene fe en que vamos a mejorar y que las próximas elecciones traerán algo mejor?
No puedo decir eso, pues asusta algunas veces ver a algunos candidatos, pero le puedo decir que Dios es todo optimismo hacia nosotros. Él no va a permitir que destruyamos su creación y si Él es luz y paz, eso es lo que nos espera, quizá no ahora, pero algún día vendrá.
Nosotros ponemos la semilla para que sea un mejor mundo y país, comenzando por nuestra familia, trabajo y nosotros mismos. Ahí comienza todo: quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo.
¿Algo más que quiera compartir para finalizar?
Para mí es importante y me alegra y satisface como gerente de esta empresa, si puedo ver que la gente se desarrolla. Estamos en el mundo para sacar el mejor provecho de nuestra oportunidad. La grama del vecino siempre es más verde, pero si miramos cómo están otros países como Nicaragua o Venezuela, tenemos que estar agradecidos con lo que tenemos.
La visión que tuve al empezar es crear una estructura en la que varios amigos que trabajamos juntos podamos desarrollarnos y también quienes vinieron a trabajar, que sumen y que todos alcancemos la felicidad que buscamos. Siempre que esté dentro de los ideales que llevamos, todos podremos ayudarnos.